domingo, 28 de noviembre de 2010

Los condes de Altamira, señores de Vaciamadrid.

(Pleito del conde de Altamira, señor de Vaciamadrid. Archivo de la Chancillería de Valladolid, Registro de Ejecutorias, caja 3698, 15)

(Pleito de Francisco de Vargas Manrique. ACHV, Reg. de Ejecutorias, 1247, 46)

(Pleito contra Pedro de Daganzo, vecino de Vaciamadrid. ACHV. Reg. de Ejecutorias. Caja 13, leg, 27)

La digitalización de fondos por parte del Ministerio de Cultura, ha puesto a nuestro alcance tres nuevos documentos relativos a la historia de Rivas y de Vaciamadrid. Todos ellos proceden del Registro de Ejecutorias del Archivo de la Chancillería de Valladolid, que contenía los resúmenes de los pleitos que se libraban, desde la primera instancia hasta la sentencia, desde 1396 a 1835.

El primer documento nos habla de un vecino de Ribas, llamado Pedro de Daganzo, que fue acusado, de estupro, en 1488, por Pedro Mazote. Por lo que he podido consultar de la sentencia, el ripense tuvo que pagar 850 maravedís de multa, al ser probada la acusación.

Otro texto, de 1575, se refiere a un pleito del concejo de Madrid contra dos herederos del soto deRibas, Francisco de Vargas Manrique, Diego de Ayala, Pedro de Vargas y sus esposas, consortes.

Por último, el más significativo, es el que mantuvieron los concejos de Madrid, Vallecas, Ribas del Jarama y monjes del Escorial contra el señor de Vaciamadrid, don Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán Fernández de Córdoba, conde de Altamira, sobre la nulidad de los términos de amojonamiento y deslinde de Vaciamadrid.

Y es que, desde 1634 la alcaidía de Vaciamadrid había sido traspasada por el Conde-Duque de Olivares al marqués de Leganés, a quien Felipe IV se lo cedió perpetuamente desde el 15 de octubre de 1654 en la persona del hijo del marqués, Diego Felipez de Guzmán. A partir del 3 de marzo de 1700 se concedía esta alcaidía como juro perpetuo.

Desde 1760, aparte de Madrid y Vallecas, eran muchos los intereses de propietarios que convergían hacia el territorio de Vaciamadrid, tal y como vemos en el cuadro resumen contenido en la obra dirigida por José Miguel López García sobre el impacto de la corte en Castilla . Fruto de dichos intereses es el citado pleito, que contiene 476 hojas, y que ha sido completamente digitalizado. Porque el conde de Altamira, en esos años, también era VII Marqués de Leganés o XVI marqués de Astorga, entre otros títulos que pueden consultarse en la oración fúnebre que se pronunció a su muerte, acaecida en 1816. Y por eso, intentaba hacer valer sus derechos, como sucesor de aquellos antepasados que habían recibido la alcaidía del palacio del rey. Aunque, eso sí, según se nos cuenta en el Catastro de Ensenada, la población era de seis habitantes, con más de cuarenta casas en ruinas.

En Rivas-Vaciamadrid hubo rastro y ruinas de un palacio del conde, cuya fotografía y localización podéis ver en el blog de la taberna de Jack. Ahora, este pleito, nos devuelve a la historia de un territorio y de dos pueblos, que vivían en los límites de la Villa y Corte, sin beneficiarse de ello (efecto-frontera, que diríamos hoy en día), bajo la jurisdicción señorial de condes, marqueses y duques.