El nombre viene dado por una torre de telégrafo óptico (la número tres), que unía Madrid y Valencia. Cuando este tipo de comunicación fue abandonado, a mediados del siglo XIX, el lugar sería aprovechado para otras funciones. Por ejemplo, puesto que se trata de una de las cotas más altas de los alrededores, se instaló un vértice geodésico. Más aún, en la guerra civil, se utilizó para disponer en él baterías de artillería.
Pero, además, el Cerro del Telégrafo dio nombre a una Escuela Superior de Vuelo, que estuvo funcionando hasta finales de los años sesenta. Así, en 1939, se crean las escuelas de Monflorite (en Huesca) y ésta, que es la que se encontraba en Rivas. Su función, en un principio, era formar a las milicias universitarias en el pilotaje de aviones, acumulando las primeras horas de vuelo. Tal es el carácter de la noticia que recogía La Vanguardia, el 12 de marzo de 1940, cuando nos informa de un acto en el que el general Yagüe, ministro del Aire en aquel momento, entrega veinte diplomas de piloto a miembros de la Falange Española y de las JONS. También podemos ver la relación de aspirantes a piloto, en 1942, publicados en el Boletín Oficial del Estado.
Las fotos de la cabecera corresponden a la ubicación de la pista y a un hangar, así como la superficie urbanizada con posterioridas, con las calles correspondientes. La fotografía del planeador forma parte de un artículo de Salvador Capuz Morelo en http://www.vueloavela.org/ . Pueden encontrarse más en este enlace.
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