martes, 12 de agosto de 2008

Vaciamadrid:la navegación fluvial entre Lisboa y Madrid. I. Antonelli.

(En este lugar, ahora dentro del término municipal de Rivas Vaciamadrid, se produce la unión del Manzanares con el Jarama. Agosto 2008)

Desde el siglo XV ya se documentan estudios para unir el Manzanares y el Jarama y conseguir así una vía de comunicación para abastecer Madrid. Este proyecto, aparte de los problemas políticos y las grandes empresas acometidas por la monarquía, se abandonó debido a los perjuicios que se ocasionarían a los molinos, que perderían caudal de agua y, por ende, capacidad de trabajo y recaudación.

Pero a mediados del siglo XVI la idea de hacer navegable el Tajo hasta Madrid cobra gran fuerza con el impulso de Felipe II a esta idea. Así, sabemos que Turriano (Giovanni Torelli) escribió en su libro “Los 21 libros de los ingenios y las máquinas” sobre la posibilidad de hacer navegables los ríos, mediante sistemas de esclusas, canales e incluso viaductos que salvaran desniveles.

El proyecto entusiasmó al rey prudente, que comenzó a comprar terrenos en Aranjuez, Casa de Campo o Vaciamadrid con el fin de controlar las riberas de los ríos cercanos a la corte. De hecho, se convirtió en el principal propietario de lo que luego sería la provincia de Madrid. Además, confío la ejecución de las obras pertinentes a Juan Bautista Antonelli, de quien he incluido un fragmento de un día de navegación entre Vaciamadrid y Aranjuez. La muerte de este personaje, en 1588, significaría la interrupción, casi definitiva del proyecto. Pero ¿Quién era Antonelli? ¿Qué obras realizó para la monarquía hispánica?.

En primer lugar, hay que aclarar que los Antonelli constituyen una saga de arquitectos al servicio de los reyes españoles. Durante tres generaciones y un siglo, ejercieron sus actividades de ingeniería en fortificaciones por el Mediterráneo y el Caribe. Originarios de Gaetta, en Italia, parece ser que el primero en llegar fue Juan Bautista, al que seguiría su hermano Bautista, y sus sobrinos Cristóbal Roda, Juan Bautista el Mozo, Cristóbal y Francisco Garavelli.

Cómo ya he indicado antes, aparte de su actividad constructiva, Juan Bautista Antonelli estudió profundadamente la posibilidad de hacer navegable el Tajo hasta Madrid. Y, aparte de la noticia sobre la travesía de Felipe II, sabemos que acometió determinadas obras, proyectó presupuestos, y llegó a navegar, en persona, desde Lisboa hasta la corte. Parece ser, según la relación de Esteban de Garibay, que el ingeniero partió desde la capital portuguesa en una chalupa, adaptada a la navegación fluvial, llegando a Toledo el viernes, 19 de enero de 1582. Desde allí, tras unos días de descanso:

“Navegó esta chalupa el mismo día (24 de enero) á la tarde camino de Aranjuez, y mas arriba. Dejando al Tajo, entró en el río Jarama; y mucho mas arriba, dejando éste entró en el de Madrid, y subió por él á esta villa con grandísimo concurso de cortesanos a tan gran novedad. De Madrid subió mas arriba la chalupa hasta la ribera de la casa del Pardo; y habiéndose detenido muchos días en estas cosas, dio su vuelta de allí para Madrid y Aranjuez, y pasó por Toledo, sin sacarla del río, como á la subida en 3 de marzo, sábado, por la mañana, y continuó su navegación para Lisboa adonde llegó en salvamento”.

Es decir, desde Toledo, subió por el Jarama hasta su unión con el río Manzanares y, remontando éste, llegó hasta el Pardo. Después, regresó a Toledo y desde allí a Lisboa.

Dos años más tarde, encontramos a Antonelli reconociendo las posibilidades de navegación entre Sevilla y Córdoba y, en ese mismo año, compartiendo lugar con Felipe II y los poderosos personajes de la Corte, río abajo, hacia Aranjuez.

Lamentablemente, nuestro protagonista murió en 1588, justo después de haber conseguido que una expedición de siete barcas partiese de Toledo, el 31 de enero, y llegase a Lisboa quince días después. La segunda expedición no llegó a realizarse, puesto que en esos momentos la prioridad de la monarquía hispánica era la expedición contra Inglaterra y, después, recuperar los daños sufridos en la misma. El proyecto quedará aparcado hasta mediados del siglo siguiente, y el trabajo de Antonelli, casi olvidado.

En todo caso, en el abandono de esta idea, también influyeron las opiniones de altos estamentos de la ciudad de Toledo. Así lo expresaba Garibay:

“No quiero pasar en silencio en este lugar haber estado tan rebelde toda esta ciudad en general, por no lo entender, que no hallé en ella persona alguna en el estado eclesiástico y seglar que no la abominase y se riyese de ella, y que no la estimase y juzgase por dañosa y mala. ¡Cosa absurdísima y de grande ignorancia Creer que lo que á todo el mundo es de grandísima utilidad ha de ser malo para solo Toledo! Hartas conferencias y disputas tuve sobre esto con gentes muy graves, y solo fue de mi voto juanelo Turriano”

Al menos, en cualquier caso, siempre nos quedarán estos versos de Martín Alonso Arias, regidor de Alcántara:

El ingenio mas raro y peregrino
Que en el mundo universo se ha hallado,
Y un juicio tan claro y acendrado
Que alcanza poco menos que divino
Es uno que de Italia á España vino,
Que servir á Filipo ha profesado,
A quien el gran Monarca ha encomendado
Que por el hondo Tajo abra camino:
La obra mas insigne y excelente
Que hasta hoy se ha visto en nuestra España
De quien se han mil bienes prometido.
Juan Bautista es este hombre preeminente,
De quien admira ver la traza extraña
Que en el orbe otra tal jamás ha habido.

Bibliografía digital:

Sobre los Antonelli recomiendo especialmente una gran página electrónica, titulada Los Antonelli, arquitectos de Gatteo. En ella se pueden encontrar documentos, mapas, proyectos y biografías. Muy espectacular la representación en tres dimensiones de los fuertes de La Habana y Cartagena de Indias. Pero sobre lo que nos ocupa, en el apéndice documental, pueden consultarse los documentos 6 (Propuesta que hizo Juan Bautista Antonelli á Felipe II sobre la navegación de los demás ríos de España) y 10 (Relacion de la navgacion del Tajo, escrita por Esteban de Garibay en sus obras genealógicas manuscritas, tomo v, parte 2, lib. 38, tit. 8), entre otros.

1 comentario:

Nautica dijo...

Muy buenooo!!!!!!!!!!!